La iglesia consta de tres naves y crucero, a la que se accede desde la calle por una portada con decoración de azulejos que da paso al compás donde se sitúa la inacabada torre, y desde éste se accede a la iglesia mediante una portada barroca realizada en ladrillo. El convento, aledaño a la iglesia, contaba con todas las dependencias que caracterizan a este tipo de construcciones: refectorio, biblioteca, cocinas, dormitorios, claustros, etc. El claustro principal estaba formado por 38 columnas. Todas estas edificaciones desaparecieron al ser derribadas en el siglo XX.

La iglesia en general responde al tipo de iglesias gótico-mudéjar aunque las sucesivas reformas y reconstrucciones han enmascarado los elementos característicos originarios. A los pies de la nave del Evangelio, se inauguró en 1761 la capilla de la Virgen del Rosario. Planta de cruz latina, de una nave cubierta por tramos de bóvedas de arista con cúpula en el antealtar, de gran riqueza decorativa. Está considerada como el máximo exponente del barroco ecijano.

La portada del Convento se articula en dos cuerpos bien diferenciados, el primero se organiza en torno a un arco de medio punto flanqueado por pilastras toscanas, sobre los que corre una especie de friso recorrido por ménsulas. En el centro se eleva un edículo adintelado flanqueado por pilastras rematado por un frontón triangular coronado con remates piramidales.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.