Después de recorrer los numerosos caminos que vertebran los pueblos de Serranía Suroeste y disfrutar de sus hermosos rincones y tesoros, podemos elegir alguno de los mágicos lugares que ofrece para descansar, ya sean haciendas centenarias abiertas al público al calor del auge del turismo rural o tranquilas casas abiertas al viajero en torno a un palaciego patio. De esta forma, el viajero puede vivir al más puro estilo de vida de la Serranía Suroeste y sentirse parte de un modo de vida en consonancia con la naturaleza, el deporte y la cultura.

La oferta de alojamiento, no solo significa descanso, sino que representa un modelo de integración y convivencia con su cultura y sus gentes.

Desde las referidas antiguas haciendas rehabilitadas y orientadas al turismo, adaptadas para ofrecer al visitante todas las comodidades exigidas y que conservan el aire de antaño, hasta antiguas hospederías que muestran la sencillez de la vida conventual, pasando por modestos hostales que mantienen la impronta de las antiguas paradas y casas de postas que servían de parada a los viajeros románticos, es mucha y diversa la oferta de lugares que poseen un encanto especial para pasar unos días de visita en Serranía Suroeste.

Disfruta de la gastronomía y los productos locales de Serranía Suroeste, de la calidad de su aceite de oliva y de su repostería, que ocupa un lugar predominante. Visita las principales cooperativas de la comarca donde puedes adquirir aceites reconocidos mundialmente, o conoce sus pequeños obradores y recogidos conventos, que elaboran deliciosas recetas de gran tradición. En las zonas serranas, las chacinas y embutidos se siguen elaborando de manera artesanal, con métodos y medios que pasan de una a otra generación.