Morón, Frontera y paso entre la Sierra y la Campiña

Morón de la Frontera es sobre todo una ciudad histórica, que vivió su periodo de mayor apogeo en el siglo XI, durante los reinos de Taifas, siempre al amparo de la imponente alcazaba, que llegó a ser sede de uno de los reinos de Taifas hasta la reconquista por Fernando III, convirtiéndose en el bastión de la zona de transición entre nazaríes y cristianos. De esa época, recibe Morón el nombre “de la Frontera”

Tras visitar su castillo, podemos recorrer su núcleo urbano, que cobija un imponente patrimonio, con históricos palacios, iglesias y conventos, y pasear por calles y plazas de gran belleza, como la Plaza de la Carrera. En lo alrededores, el barrio calero acoge el interesante Museo de la Cal de Morón, donde todavía se sigue fabricando la cal siguiendo métodos milenarios.

La cercanía de Morón a la Sierra Sur y el tramo alto del Río Guadaira hace que encontremos múltiples parajes de gran interés ambiental y paisajístico al que podemos llegar gracias a sus numerosos caminos, cordeles y veredas.

Fuentes, manantiales y pilares, como el manantial-fuente de Recoveros, jalonan las numerosas cañadas a lo largo de dehesas y olivares serranos. Antiguas salinas, canteras de cal y aisladas cortijadas hacen de Morón de la Frontera un lugar de descubrimientos.