Pruna, atalaya de la Banda Morisca

La población germinal de esta pequeña localidad serrana hay que buscarla en los túrdulos, iberos a los que se les vincula con Tarsis y fenicia, los cuales fundaron un poblado llamado Callet donde ahora se levanta el Castillo. Los romanos lo utilizaron como campamento, y posteriormente formó parte de la denominada frontera o Banda Morisca, que separaba el reino de Sevilla de los territorios musulmanes.

El castillo de Hierro, verdadera atalaya que protegía la ciudad, pasó sucesivamente de manos cristianas a musulmanas durante dos siglos, siendo conquistada por la corona de Castilla en 1407, que la cedió a la Orden de Calatrava. Posteriormente formó parte del ducado de Arcos y de Osuna.

En plena Sierra Sur de Sevilla, en la confluencia de las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga, Pruna es un destino ideal para el turismo rural. Su lejanía de las principales capitales junto a la belleza de su entorno serrano, conglomerado de cerros y colinas, hace de esta pequeña localidad un lugar lleno de encanto y tranquilidad.

Con una economía basada en la agricultura y la ganadería, el fenómeno de la emigración hizo mella en Pruna, siendo una de las fiestas más relevantes del pueblo la celebración de la Fiesta del Emigrante, que se celebra el segundo fin de semana de noviembre.

La silueta del Castillo de Hierro en lo alto del cerro, forma parte de las señas de identidad de Pruna, donde podemos pasear por sus calles de casas encaladas hasta llegar a la plaza de la libertad, y visitar la Iglesia de San Antonio Abad, del Siglo XVII, con una interesante cúpula.

Rodeada de numerosos parajes naturales de interés, es visita obligada el mirador del Puerto de la Ventana, o parar en alguno de sus manantiales, donde saciar la sed, o mejorar nuestra salud en el de Arroyo Salado, con propiedades curativas. La vecina Cascada del arroyo de la Mujeres, de 30 metros de altura, o la cercanía con la Vía Verde de la Sierra, ya cerca de Olvera, dotan de contenido la visita a esta pequeña localidad.

En dirección a Algamitas, cerca de la Ermita de la Pura y Limpia o de Navazo, patrona de Pruna, se inicia el sendero que lleva al techo de la provincia, El pico del Terril en la Sierra del Tablón, una verdadera aventura con el premio de una excepcional vista de la Sierra Sur de Sevilla y las vecinas de Grazalema, Sierra de las Nieves o ya más alejada, las cimas de la Subética Cordobesa. Hacía el sur, a través de caminos podemos conectar con la Vía Verde de la Sierra, ya muy cerca de su inicio, o final, según se mire, en la localidad de Olvera.

Pruna también ofrece una excelente cocina elaborada con aceite de oliva de la cooperativa local. El plato más popular es la moraga de pimientos.