Quedan escasos restos del Castillo, del que se conservan huellas tanto romanas, como islámicas y alfonsíes. El período califal en Lebrija fue especialmente importante, dejando buena muestra tanto en la arquitectura militar como en la religiosa. Tuvo gran valor estratégico y económico en este periodo.

De esta época es la primitiva mezquita, construida dentro del recinto del Castillo, donde hoy se asienta la Iglesia del Castillo. En 1.249 es conquistada la ciudad por Fernando III, volviendo a manos de los musulmanes, siendo de nuevo reconquistada por Alfonso X en 1.264. Por su importancia estratégica será obligada a rechazar varias incursiones a lo largo de su historia. Todos estos ataques sucesivos consiguieron la casi desaparición de su muralla. Tras éste largo período bélico, vino una etapa pacífica en la que se abandona el recinto amurallado por su arruinamiento y desuso, y la población se asienta hacia el Este.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.