Partiendo del plano vacío, el cuidado dibujo de su planta ubica acertadamente los espacios principales acordes a los edificios de mayor significación para el Poblado, organizando el resto del caserío según esquemas cuyo mayor valor es la lógica absoluta con la que se conciben.
La magnífica Plaza de la Iglesia, del Cine, de Oriente, del Mar Menor o del Paso, deben su encanto a la acertada proporción de un caserío y unos espacios públicos, magníficamente cuidados, en los que los elementos de soportales otorgan lugares de estancia a resguardo del fuerte soleamiento, marcando singulares perspectivas en los que la vista registra las pequeñas calles que conforman el poblado. El caserío, sobre generosas parcelaciones, ha alterado su original trazado, aunque se reconoce lo originario en la simplicidad que subyace bajo las actuales transformaciones.
A partir de una geometría estrictamente ortogonal Fernando de Terán convierte todo el pueblo en una única supermanzana con una cuidada ubicación de los espacios públicos que resuelven un ejercicio formal de gran rigor y calidad.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte