La intervención se sitúa en dos manzanas: en una se disponen viviendas en forma de L agrupando un total de 9; en la otra una serie de 6 viviendas. El proyecto toma como solución la tipología de vivienda unifamiliar adosada de dos plantas. Su fachadas, lisas y blancas, entran en relación con el entorno. Los patios traseros se enfrentan a las tapias medianeras vecinas, para así eliminar esta pobre visión urbana. La vivienda se racionaliza siguiendo el programa de V.P.O. de tres dormitorios. El ajuste a las superficies supone en este caso unos volúmenes recortados que se aprovechan para situar en ellos, el acceso a la vivienda. En la manzana en forma de L, estos pequeños vacíos están dispuestos en serie, mientras en la hilera de 6, los retranqueos se agrupan simétricamente, ampliando las dimensiones de estos reducidos patios. El color y los materiales con los que se construye este espacio aumentan su calidad y amplitud.
En el interior se destaca la ligereza con la que se resuelve la escalera, convertida en un mueble transparente que separa las funciones de salón y comedor que habitualmente se suelen resolver juntas.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.