El monumental caserío está edificado en torno a dos patios. En la fachada del primero sólo se abren la portada y un balcón de madera y cierro de cristal que se le ha añadido al señorío. La portada es de traza y composición clasicistas, con vano de medio punto enmarcado por pilastras jónicas, el nombre de la finca en el dintel y una barroca espadaña de movidos perfiles, con la fecha de 1839, rematada por una aparatosa veleta de hierro forjado con la imagen de san José, titular de la explotación.

Este primer patio conserva el empedrado y todos sus elementos originales. Al interior, la crujía del lado de fachada se abre mediante cinco arcos. El central y mayor hace de paso de la portada, en tanto que los laterales, desiguales, sirvieron de trojes de aceituna.

En el lado izquierdo del patio se encuentra el señorío, de doble altura, y que alcanza hasta la fachada principal, donde ya indicamos que se había abierto un balcón. En el señorío sobresale un sencillo mirador cubierto a cuatro aguas. El otro patio se construyó con posterioridad, con una función básicamente industrial, delimitado por construcciones con cubiertas de teja plana. A la izquierda se dispone la almazara hidráulica.

Fuente: Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Consejería de Educación, Cultura y Deporte.